Castro del Castillo
Son varios los castros conocidos en el occidente de la provincia de Salamanca: Yecla la Vieja (Yecla de Yeltes), Castillo de Saldañuela (Bermellar), Las Merchanas (Lumbrales) y éste de El Castillo, en Saldeana.
Con una superficie de 3,5 has, El Castillo ocupa un promontorio granítico cortado por los cañones del río Huébra y El Arroyo Grande. La elección de este emplazamiento hizo posible que únicamente tuviera que construirse una muralla en las zonas septentrional y oriental, las más vulnerables a posibles ataques.
Este lienzo defensivo por lo tanto cumple una doble función de delimitación y de protección del poblado. Y dada su finalidad se levanta de forma sólida, con gruesos muros de entre 2,5 y 4,5 metros cuya altura quizás alcanzasen los 6 u 8 metros. Dos vanos, probablemente en forma de embudo, que permitían acceder al interior.
Frente a él, un campo de piedras hicadas, que probablemente se trate de uno de los más destacados de toda la provincia, debido a que alguna de sus piedras llegan a superar el metro de altura.
Sobre la evolución histórica del castro es muy escasa la información disponible. Por la existencia de diferentes estelas romanas reaprovechadas en las construcciones del pueblo de Saldeana, se intuye su pervivencia al menos hasta el Bajo Imperio Romano (s III-V d.C.).
En este castro la Fundación del Patrimonio Histórico de Castilla y León ha intervenido en la recuperación de parte de las fortificaciones, y en la adecuación para su visita al público mediante la instalación de paneles explicativos sobre el castro y sus defensas.
Gracias a ello hoy en día se puede visitar parte de sus murallas, comprendiendo cómo se construían y apreciando diferentes momentos históricos en ellas, tales como una reparación del muro y una posible puerta cegada. También se observan varios grabados sobre sillares en la zona baja del muro: un reticulado y dos esvásticas.
Durante la segunda Edad del Hierro, en la zona occidental de la actual provincia de Salamanca, se generaliza un tipo de hábitat fortificado que se conoce con el término de “castro”. Sus características más destacables son su emplazamiento en lugares estratégicos desde el punto de vista defensivo y la presencia de gruesas murallas.