¿Qué hay que ver?
Saldeana, antiguo señorío de la Orden de Santiago, es hoy puerta de acceso al Parque Natural de las Arribes del Duero. En sus alrededores se combinan los espectaculares y abruptos paisajes abiertos en la piedra por el Arroyo Grande y el Huebra con la falsa llanura.
Antes de comenzar la marcha, se hace imprescindible la visita al casco urbano de Saldeana, en el que la arquitectura popular se presenta de forma sorprendente a cada paso, y ocultas en los muros, descubrimos estelas funerarias romanas que nos recuerdan los orígenes de esta población.

El Sendero de los Molinos y Miradores
Sin embargo, es en su parte arribeña donde el visitante puede encontrar tesoros patrimoniales apenas conocidos y de gran valor histórico, como el castro vetón de ‘El Castillo’, muy cercano a la población, levantado junto a un gran espigón que se asoma, desafiante, a los profundos cortados que ha formado el río Huebra durante milenios. Este castro, señalizado en parte, es uno de los yacimientos más relevantes de este período que existen en el oeste salmantino.
El sendero señalizado e interpretado alrededor del castro nos conduce hacia impresionantes miradores donde disfrutar de las espectaculares vistas de Las Arribes del Huebra, donde contemplar uno de los paraderos de buitres leonados más relevantes del parque natural —el mirador de El Monje y La Monja— o el Área Recreativa de los Molinos, donde podremos hacer un alto en el camino disfrutando de dos molinos harineros restaurados

A la salida del pueblo observaremos un cartel informativo y las primeras balizas blancas y amarillas que indican la ruta.
El primer tramo, asfaltado, discurre por los Corrales de la Cruz Grande. Pero al girar a la izquierda, para dirigirse al castro vetón, el hormigón da paso a un camino agrícola que finaliza en un aparcamiento.
Un poco más adelante, una bifurcación nos permitirá elegir la ruta: bien hacia el castro del Castillo, bien hacia los Molinos del arroyo Grande, cuyo curso podremos seguir para visitar el mirador del Fraile y de la Monja y el mirador del Huebra.